Pink Lady® exige, por parte de los productores, una mayor inversión que otras variedades, en términos de tiempo y capacitación del personal. Pink Lady® es la primera manzana en florecer y la última en ser cosechada. Este largo proceso de maduración requiere una implicación de cada instante por parte del productor. Se requiere una especial atención, desde la preparación de los árboles, pasando por la cosecha, hasta el envasado (línea de clasificación de envases de velocidad intencionalmente reducida de un 20 a un 30%, en comparación con otras variedades, para garantizar la máxima calidad de la fruta).